No es nada difícil sustituir su caldera de gas actual por un termo eléctrico
La instalación de fontanería de calefacción y agua caliente es la misma y se puede adaptar/instalar la nueva caldera eléctrica.
Como el termo eléctrico no tiene conducto de humos, la ubicación de la caldera puede ser la misma o reubicarse dentro de la propiedad sin ninguna restricción.
No se necesita una tubería de gas para un termo eléctrico, lo que le permitirá ahorrar dinero en la certificación anual de seguridad del gas. Si quita el medidor de gas, se ahorrará los costos generales que se generan anualmente por los cargos fijos del medidor y los detectores de monóxido de carbono (CO).
Con los termos eléctricos no se produce condensación porque el aparato es 100% eléctrico y no dispone de salida de humos. Además que la reparación de un termo eléctrico siempre es mas barato que un calentador de gas.
Las calderas eléctricas para calefacción y agua caliente son el futuro y son un mercado en crecimiento para las personas que desean eliminar sus calderas de gas para tener una alternativa más limpia y segura,
Pasos para cambiar una caldera combinada de gas por una caldera combinada eléctrica
Cambiar una caldera de gas por un termo eléctrico es una tarea que involucra varios pasos, tanto técnicos como de seguridad. A continuación te explico los pasos generales que debes seguir:
1. Evaluación previa
- Verificar la capacidad necesaria del termo eléctrico: Considera cuánta agua caliente necesitas. Para una vivienda pequeña, un termo de 50-80 litros puede ser suficiente. Para una más grande, uno de 100-150 litros puede ser más adecuado.
- Revisar la potencia eléctrica disponible: Asegúrate de que tu instalación eléctrica soporte la potencia del termo eléctrico. Normalmente requieren entre 1.500 y 3.000 W.
- Considerar espacio y ubicación: El termo debe instalarse en un lugar adecuado, preferiblemente donde estaba la caldera, pero puede requerir espacio adicional.
2. Desmontar la caldera de gas
- Cortar el suministro de gas: Cierra la válvula de gas y asegúrate de que no haya fugas. Si es posible, lo ideal es que un técnico certificado haga este paso.
- Desconectar las tuberías de agua: Cierra la llave de paso del agua y desconecta las tuberías de entrada y salida de la caldera.
- Desmontar la caldera: Retira los anclajes o soportes de la caldera y quítala de la pared.
3. Instalar el termo eléctrico
- Elegir la ubicación: Si es posible, utiliza el mismo lugar de la caldera. Si no, elige un lugar cercano a las conexiones de agua caliente.
- Instalar los anclajes: Coloca los soportes o ganchos en la pared, asegurándote de que soporten el peso del termo lleno de agua.
- Conectar las tuberías:
- Conecta la entrada de agua fría (normalmente marcada con color azul) y la salida de agua caliente (marcada en rojo).
- Instala las válvulas de seguridad necesarias (como la válvula de sobrepresión).
- Instalar el sistema eléctrico:
- Conecta el termo a una toma de corriente adecuada. Puede requerir un circuito independiente, dado que los termos eléctricos consumen bastante energía.
- Si es necesario, instala un interruptor diferencial o magnetotérmico en el cuadro eléctrico para proteger el termo y evitar sobrecargas.
4. Puesta en marcha
- Abrir el agua: Abre la llave de paso del agua y asegúrate de que no haya fugas en las conexiones.
- Comprobar el sistema eléctrico: Conecta el termo a la corriente y enciéndelo.
- Ajustar la temperatura: Configura el termostato a la temperatura deseada. Lo recomendable suele estar entre 50 y 60 grados.
5. Comprobar el funcionamiento
- Deja que el termo caliente el agua y verifica que la temperatura es adecuada y que todo funciona correctamente.
6. Retirar la caldera y gestionar el gas
Gestionar la caldera vieja: Llévala a un punto limpio o gestionador de residuos para su correcto reciclaje.
Cerrar la toma de gas: Si vas a prescindir totalmente del gas, deberías plantearte cerrar la acometida de gas o sellarla adecuadamente.
¿Por qué cambiar de caldera de gas a eléctrica?
Cambiar una caldera de gas por un termo eléctrico puede tener varias ventajas:
- Seguridad: Se eliminan los riesgos de fugas de gas y las revisiones periódicas.
- Mantenimiento: Menos mantenimiento y sin inspecciones obligatorias.
- Instalación sencilla: No requiere salidas de humo ni conexiones a gas.
- Independencia del gas: Adecuado para zonas sin buen suministro de gas o si se quiere eliminar completamente el uso de gas.
- Eficiencia: Control directo del consumo y posibilidad de usar energía renovable (ej. paneles solares).
- Espacio: Termos más compactos, sin necesidad de chimenea.
- Medio ambiente: Menores emisiones de CO₂, especialmente si usas energía renovable.
Contras: El costo de la electricidad puede ser mayor, y su capacidad de agua caliente es limitada en comparación con las calderas de gas.
En conclusión, cambiar la caldera de gas por una eléctrica se ajusta a los estándares energéticos modernos y ofrece numerosas ventajas prácticas y de seguridad. Ya sea por ahorro de costes, por razones medioambientales o por la comodidad de la tecnología moderna, la transición a una caldera eléctrica es una decisión inteligente para cualquier propietario. Si estás considerando este cambio, contar con un fontanero en Granada te garantizará una instalación segura y eficiente. Nos encargamos de la reparación de calderas granada y termos eléctricos. Todo al mejor precio y garantía.
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